domingo, 29 junio 2014 20:20
Volume 5sacrilegioguerra religiosafalsas religionesislamcorrupciónaceptación del pecadoYo soytáctica de satanásla Segunda Venidano juzguesodioguerrasEl amor de DiosMandamientos de DiosMi querida y amada hija, cualquier hombre que se esconda detrás de la religión para infligir el mal a personas de otras religiones no viene de Mí. Las religiones que camuflan el odio y demonizan a otras denominaciones no sirven a Dios.
Cuando los hombres Me usan a Mí, Jesucristo, como un escudo para esconderse detrás, en su búsqueda para asesinar y masacrar inocentes, este es el mayor sacrilegio. Los hombres, que creen en Dios, deben saber Quién es Dios; lo que Él ha dicho al mundo y cómo ha instruido a Sus hijos a través de los Diez Mandamientos, para poder servirle.
Dios es Amor. Él no tolera el odio de ningún tipo. Si y cuando veas a la gente usar el manto de la religión para infligir dolor a otros, por la razón que sea, debes saber que esto no tiene nada que ver con el amor a Dios. El odio viene de Satanás y él esparce su veneno entre los radicales religiosos, para descargar su ira contra Dios. Al infiltrarse en aquellos que tienen una comprensión distorsionada de Quién Soy Yo, logra difundir el odio contra Dios. La respuesta es que el mal siempre se encontrará en lugares donde Dios es venerado, porque tales lugares son cuidadosamente buscados por el maligno, para avergonzar a cualquier religión que honre a Dios. Por sus acciones la gente se alejará de Dios y Él será culpado por cada acto vil, perpetrado por aquellos que dicen servirle.
El odio tiene cuidado de disfrazarse. Normalmente lo presentarán aquellos que dicen representar a Dios, para que se vea que hacen justicia a los enemigos de Dios. Será visto como la "voz de la preocupación" y su condena de lo que desea que el mundo crea que es algo malo. Iglesias de diferentes denominaciones, en todo el mundo, han sido infiltradas por los enemigos de Dios desde dentro. El objetivo es traer vergüenza sobre el Nombre de Mi Padre Eterno. Como resultado, ha surgido, en todos los rincones del mundo, una profunda sospecha y falta de confianza en Dios. La suposición natural es que los representantes de Dios han instigado el mal en Su Nombre y, por lo tanto, la fe en Dios está viciada. Por eso el mundo se ha sumido en el odio, la corrupción y las guerras, porque el plan de Satanás es destruir toda religión que honre al Dios Verdadero. Aquellos que causan estos males no tienen amor en sus almas.
Nunca debes rechazar a Dios por los actos malvados de aquellos que falsamente dicen servirle. Si lo haces, y te alejas de Dios debido a esto, has caído en las mentiras, que Satanás quiere que te tragues. Nunca juzgues a otros por sus creencias - buenas o malas. Nunca juzgues a Mi Padre Eterno o a Mí, Jesucristo, Su Hijo amado, por los pecados que cometen los que sirven a Sus Iglesias. El hombre es, y siempre será, un pecador en esta Tierra. El pecado siempre será la maldición del hombre, hasta que Yo venga otra vez. Pero acusar a Dios de pecado es un sacrilegio tan terrible como imposible.
Despierta al hecho de que Satanás existe y que tiene cuidado de ocultar este hecho, para poder engañar a las almas para que maldigan a Dios, el Creador de todo lo que Es y Siempre Será. Pronto, todas estas atrocidades llegarán a su fin y toda la Gloria será Mía. No pasará mucho tiempo antes de que Satanás sea destruido y la raza humana podrá ver claramente Quién Soy Yo y la Vida Gloriosa que traeré en Mi Segunda Venida.
Debes permanecer alerta a todo lo que se presenta en Mi Santo Nombre, pues descubrirás que no todo viene de Mí.
Tu Jesús