Nunca debes adorar a ningún otro dios, sino al Dios Trino

Mi querida y amada hija, sólo hay un Dios - Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo - todas Personas distintas en Una. No hay tres unidades separadas, porque Nosotros somos Uno - Dios Padre, Creador de Todo; Dios Hijo, como se manifestó para vivir entre vosotros y Dios Espíritu Santo, dado a la humanidad como el Regalo por el cual la Verdad llena vuestros corazones con conocimiento, nueva vida y el Poder de Mi Amor.

Cuando vienes a Mí, vienes a Mi Padre. Cuando el Espíritu Santo te llama, viene del Padre. Todo viene de Dios. Nunca debes adorar a ningún otro dios, sino al Dios Trino. Pero, sepan esto. Para conocer al Padre, debes reconocer a Dios Hijo, porque sin Mí, Jesucristo, no puedes conocer al Padre.

Dios ama a todos Sus hijos, pero Sus hijos no lo aman como deberían. Eso está bien, porque a través de Mí se convertirán en parte de Mi Nuevo Reino en la Tierra. Luego están aquellos que siguen al maligno y que, a sabiendas, le dan el regalo de su libre albedrío. Es entonces cuando ya no tienen control sobre sus acciones, porque los espíritus malignos dentro de ellos los utilizan para reclutar a otras almas vulnerables. Estas almas no adoran a Dios, sino a Satanás. Te ruego que Me ayudes a salvar a estas pobres almas desafortunadas, porque ya no pueden salvar sus propias almas a través de su libre elección. Deseo que, a través de vuestras oraciones, supliquéis por el alivio de las almas cautivas, para que vuelvan a Mí.

Cruzada Oración (157) Por las almas cautivas:

Oh querido Jesús, libera a aquellas almas que son esclavas de falsos dioses y de Satanás. Ayúdanos con nuestras oraciones a aliviarlas del dolor de la posesión.

Abre las puertas de su prisión y muéstrales el camino hacia el Reino de Dios, antes de que Satanás los tome como rehenes en el abismo del Infierno.

Te suplicamos, Jesús, que cubras a estas almas con el Poder del Espíritu Santo, para que busquen la Verdad y les ayudes a encontrar el valor para dar la espalda a las trampas y maldades del diablo. Amén.

El problema con el que se encuentran las almas que adoran a dioses falsos es que se abren al espíritu del mal, que sólo necesita una pequeña fracción de su libre albedrío para infestarlas. Los falsos dioses conducen a las almas a terribles peligros. El mayor peligro al que se enfrentan es que crean que tales prácticas son normales, saludables para su espíritu y un medio por el que encontrar paz y calma en sus vidas. Lo único que encontrarán es dolor y tristeza.

Sé advertido de los peligros de seguir las prácticas ocultas y de la nueva era, porque no son de Mí. Es sólo siguiéndome a Mí, Jesucristo, que puedes tener Vida Eterna. Lo opuesto a la vida es la muerte. La muerte del cuerpo no significa el fin de tu existencia. Tu existencia es para la eternidad. La Vida Eterna viene sólo a través de Mí. La muerte eterna viene de Satanás.

Tu Jesús