Dios Padre: El Poder de la Santísima Trinidad está más allá de la interferencia del hombre

Mi queridísima hija, Mi Deseo es que cada una de ustedes responda al Llamado de la Santísima Trinidad en este tiempo. El Poder de la Santísima Trinidad está más allá de la interferencia del hombre y por la Gracia de Mi Amor, Yo alcanzo a la humanidad para declarar la Verdad.

No temáis a vuestro Padre, porque Yo Soy vuestro y vosotros sois Míos. Todo el Poder está en Mis Manos y hago grandes excepciones para unir al mundo. Muchas almas Me son indiferentes. Me rehuyen, niegan Mi Existencia e insultan Mi Divinidad colocando falsos dioses, hechos de oro fundido, ante Mí. Todo lo que está hecho de arcilla será reemplazado por una existencia renovada. Nada en esta Tierra es eterno. Todo vuelve a convertirse en polvo. Todo lo que es eterno no es de vuestro mundo. Yo creé al hombre a Mi Semejanza. Yo soplé la vida y te di aliento y soy Yo Quien te lo quitará. Todo comienza y termina Conmigo y ningún hombre puede o dictará cómo uniré a Mis hijos. Esa tarea es Mía - no tuya. Mis Planes para salvar almas - las buenas, las malas y las desdichadas, no serán destruidas. Dañados, quizás, pero nunca arruinados, porque todo lo que Yo digo será y todo lo que Yo deseo se hará realidad.

Os conozco a cada uno de vosotros, ya que nacisteis de Mi Amor. Cualesquiera que sean vuestras circunstancias, evolucionaron debido a la Divina Providencia y hay una razón para todo. Los que no Me conocéis, también sois Míos, porque Yo os he creado. Ustedes no evolucionaron a partir de la especie. Creer eso, es engañarse a sí mismos y sirve sólo como un medio, plantado por el engañador en sus corazones, para negarme. Al negarme a Mí, vuestro Padre Eterno, negáis la Salvación Eterna. Y al negar la Verdad de Mi Existencia, os separaréis de una existencia de gloria eterna.

Toda Misericordia es Mía. Yo prodigo Mi Misericordia a aquellos cuyos corazones son puros; que tienen amor en sus almas porque Me han permitido entrar en ellas. El principal obstáculo para recibir la Vida Eterna es el orgullo de la humanidad. El orgullo es la mayor barrera para unirte a Mí. Puedes conocerme, a través de Mi Hijo; entender Mi Palabra, pero no practicas lo que se te ha enseñado. El amor viene de Mí. Cuando hay orgullo en el alma, el amor muere dentro de ella y es reemplazado con odio. El orgullo viene de Satanás y es aborrecible para Mí, así como es penoso.

Déjame amarte aceptando Mi Palabra y los Regalos que di al mundo a través del mayor Sacrificio de la muerte de Mi Hijo en la Cruz. Te di la vida. Te di a Mí mismo, a través de la Manifestación de Mi Hijo. Me abatí, en humildad ante vosotros, para vencer el pecado de la soberbia. Os enseñé a través de los profetas. Os di el Don del libre albedrío, pero abusasteis de él para satisfacer vuestras propias lujurias y deseos. El Don del libre albedrío tiene un doble propósito - daros la libertad de elegir, para que no vengáis a Mí por miedo, sino por amor y para derrotar el poder del diablo. Es tu libre albedrío lo que Satanás más codicia y utilizará todos los engaños para que se lo entregues. Cuando las almas hacen esto, a través del pecado del orgullo, las prácticas de la nueva era y el ocultismo, se convierten en esclavas del maligno. Entonces él manifestará, dentro de las almas que le entregan su libre albedrío, cada uno de sus rasgos. Los conoceréis por su comportamiento. Pero la única señal de que su libre albedrío ha sido entregado al maligno es cuando estas almas buscan constantemente burlarse públicamente de Mi Hijo, Jesucristo, y de Su Madre, la Inmaculada Virgen María, Madre del Mundo. Satanás desprecia a ambos.

Si, en cambio, usas el libre albedrío que te di, para el bien de tu alma y para amarte unos a otros, este es un medio poderoso por el cual diluir el poder de Satanás. Pero, son aquellas almas que Me dan, a través de Mi Hijo, Jesucristo, el regalo de su libre albedrío, las que dan el regalo más poderoso de todos. Será a través de estas almas que venceré al maligno y el medio por el cual podré salvar las almas de aquellos que se han separado completamente de Mí.

Esa es Mi Promesa. Yo salvaré las almas incluso de los casos más desesperados debido a los sacrificios de aquellos que Me dan este regalo de su libre voluntad, a través de Mi Hijo, Jesucristo.

Tu Padre Eterno

Dios Altísimo