Seréis tan culpables como los que me entregaron a mis verdugos...

Mi muy querida amada hija, Mi Promesa de venir otra vez será cumplida. Nada puede prevenir Mi Segunda Venida, pero aún aquellos que saben Quien Soy y que trabajan para Mi némesis con corazones abiertos y dispuestos creen que pueden destruir almas antes de este Gran Día.

A Mis enemigos, sabed esto. Yo os conozco. Puedo ver vuestras almas. Puedo ver la maldad que reside en vuestros corazones. También puedo ver la bondad, que yace lado a lado dentro de ustedes. Escuchadme, mientras os revelo la Verdad de lo que está por venir.

Si Me amas, te animarás a no hacerlo.

Si crees en Mis Enseñanzas, se te pedirá que creas en un nuevo falso sustituto.

Si crees que Yo Me comunico contigo, a través de estos Mensajes, serás convencido por el maligno de que estas Palabras no vienen de Mí. Seréis tentados, por tanto, a traicionarme y lo haréis persiguiendo a Mis siervos, que apoyan esta Misión. Os convertiréis en traidores de esta Misión y, como tales, seréis tan culpables como aquellos que fueron responsables de entregarme a Mis verdugos.

Si no Me escuchas, es cosa tuya y no te haré responsable, porque nunca te impondré Mi Voluntad. Mucho mejor es que Me ignores y sigas Mis Enseñanzas, que infligir sufrimiento a los demás.

Ahora que Mi Plan para salvar miles de millones de almas ha comenzado, debes saber que Me elevaré por encima de la voluntad de los hombres que se oponen a Mí. Nada - ni palabras - ni acciones - ni hechos - ni maldad de ningún tipo - puede detenerme en Mi búsqueda para salvar a la humanidad. Aquellos que se interpongan en el camino de Dios serán impotentes y, al final, yacerán postrados de dolor ante Mí el Día en que Yo venga a juzgar.

Tu Jesús