Satanás es el mayor azote de la raza humana y su contaminación es letal

Mi querida hija, el hombre que no cree en el mal no cree en el pecado. El que declara que el mal está en la mente del que mira es capaz de aceptar el mal en todas sus formas y, con el tiempo, se volverá inmune a él.

Cuando se ignora el mal, Satanás ha obtenido una gran victoria, pues el rey de la mentira hace todo lo posible por disfrazar el mal y suele hacerlo presentando el argumento de promover la tolerancia en la sociedad. Cuando se utiliza la inteligencia humana para argumentar todas las razones racionales para excusar el mal, estas almas, culpables de difundir tales falsedades, se convierten en objetivos principales del maligno.

Una vez que un alma le permite entrar, el gran engañador convencerá a sus presas de que actúan de buena fe y por el bien del mundo, cuando justifican actos perversos, que van contra Dios. El maligno ha creado tal engaño que muchas personas, que ya no creen en Satanás ni en el mal que ha extendido por el mundo, se volverán incapaces de distinguir la diferencia entre lo que está bien y lo que está mal. Estas personas argumentarán y presentarán cada punto de vista racional para promover la inmoralidad en todos los aspectos. Entonces, el hombre que se atreva a defender la moralidad será demonizado por ellos. Así es la humanidad en el mundo de hoy. Cuando se rechaza la existencia del mal, entonces se niega la existencia de Satanás. Es entonces cuando el rey de la mentira y todo enemigo Mío gana fuerza y sus víctimas voluntarias, que actuarán como sus portavoces, se vuelven inmunes a las Gracias Divinas.

Cuando Satanás es rechazado por Mi Iglesia en la Tierra, entonces muy poco se puede hacer por aquellos que están verdaderamente infestados por el maligno. Cuando Mi Iglesia niega la existencia de la bestia o el abismo eterno al que él y todos los ángeles caídos han sido arrojados, entonces sabrás que la Verdad no está siendo revelada a los hijos de Dios.

Si la gente no conoce los peligros que Satanás inflige a las almas, entonces no podrá armarse contra el mal. Cuando esto sucede, las Verdaderas Enseñanzas de Dios ya no son aceptadas por lo que son.

El tiempo no cambia en Mi Reino. Satanás es el mayor azote del género humano y su contaminación es letal. Tan cuidadoso de ocultarse, es un maestro del engaño porque siempre presentará el bien como mal y el mal como bien. Sólo aquellos cuyos ojos estén verdaderamente abiertos a Dios comprenderán la amenaza que representa para la salvación del mundo.

Tu Jesús