Pedid y recibiréis no es una promesa vana que yo haga

Mi muy querida y amada hija, cuando pido a la gente que confíe en Mí, esto es algo muy difícil de hacer para mucha gente. Muchos encuentran difícil confiar en Mi Amor por la humanidad, cuando ellos confían en su propia fe, para rendirse completamente a Mí. Sólo cuando se entregan completamente a Mi cuidado, pueden sentirse seguros, protegidos y en paz.

Mi Amor, cuando lo busques, te cubrirá, cuando extiendas tus brazos y me llames como a un niño pequeño. Los niños ponen toda su confianza en sus padres, cuando son pequeños. Sólo conocen la diferencia entre lo que les parece bien y lo que les parece mal, y por eso confían plenamente en que el adulto les proteja. Los niños no se lo piensan dos veces a la hora de correr hacia sus padres en busca de consuelo y refugio. La fe de un niño es fuerte. No duda, porque cree de verdad que encontrará seguridad en los brazos de un padre amoroso.

En Mí se puede confiar, porque todo lo que se Me pida será hecho, si es para el bien del alma. Pide y recibirás no es una promesa vana que Yo hago. Yo disfruto el Acto de prodigar Mis Dones sobre cada uno de ustedes. Cuando Me pides que te ayude, escucho, siento y respondo a todo lo que deseas. Permíteme la oportunidad de probar Mi Amor por cada uno de ustedes. Permíteme mostrarte la prueba de Mi Intervención. Es en este tiempo de existencia, que Yo, Jesucristo, daré a conocer Mi Presencia en todo lo que ustedes Me pidan. Es en este tiempo, que les permitiré sentir Mi Presencia, ser testigos de Mis Grandes Actos de Intervención en sus vidas diarias y comprender el poder de sus oraciones. Porque estos son los días de grandes milagros, que Yo lego a la humanidad, más que en cualquier otro tiempo, desde que Yo caminé sobre la Tierra.

Cuando verdaderamente depositas toda tu confianza en Mí, puedo obrar grandes milagros para traerte, no sólo alivio del sufrimiento, sino para acercarte aún más a Mi Sagrado Corazón. Cuando un niño sabe que un padre lo ama, se siente seguro al saber que está protegido. Sabed que confiando en Mí, os protejo a todos e inundaré cada una de vuestras almas con una profunda sensación de paz, que no encontraréis en ningún otro lugar de esta Tierra.

Ven a Mí hoy y llámame para que te ayude - no importa qué preocupaciones puedas tener. Recita esta Oración especial, cada vez que estés angustiado, y Yo responderé cada vez.

Oración de cruzada (148) Ven en mi ayuda:

Oh Jesús mío, ayúdame, en mi tiempo de gran angustia. Abrázame en Tus Brazos y llévame al Refugio de Tu Corazón. Enjuga mis lágrimas. Calma mi resolución. Levanta mi ánimo y lléname de Tu Paz. Por favor, concédeme esta petición especial (menciónala aquí...). Ven en mi ayuda, para que mi petición sea atendida y que mi vida pueda llegar a ser pacífica y en unión contigo, querido Señor. Si mi petición no puede ser concedida, entonces lléname con la Gracia de aceptar que Tu Santa Voluntad es para el bien de mi alma y que permaneceré fiel a Tu Palabra, para siempre, con un corazón bondadoso y bondadoso. Amén.

Llámame siempre que estés triste o necesites ayuda y te prometo que se te dará una señal de que he respondido a tu grito hacia Mí, tu amado Salvador.

Tu Jesús