Muchos de los Misterios de Mi Reino son desconocidos para el hombre

Mi muy querida y amada hija, Mi Plan para salvar al mundo entero y llevar a cada uno de ustedes al Refugio de Mi Corazón está completo y todas las partes correctamente colocadas, para que la perfección de Mi Promesa se lleve a cabo.

Hay muchos Misterios asociados con Mi Divinidad, que el hombre, no importa cuán conocedor sea en asuntos espirituales, nunca podrá comprender verdaderamente. Muchos de los Misterios de Mi Reino son desconocidos para el hombre y Mi Padre reveló a la humanidad sólo lo que Él deseaba. Al hombre le fue dado el conocimiento y la Verdad, para que pudiera reverenciar a Dios y servirle, lo mejor que pudiera. El hombre fue informado, por los profetas, de cómo debe acatar los Diez Mandamientos, para asegurarse de no caer en el error. Entonces, para demostrar Su Amor por el mundo, se hizo hombre y a través de Mí, Su Hijo Unigénito, Jesucristo, mostró al hombre exactamente lo que constituye el bien y lo que constituye el mal. Revelé la Verdad, aunque sólo una fracción de lo que Mi Padre deseaba, para las necesidades del hombre. Pero el hombre era tan orgulloso, arrogante y ambicioso, que no quiso conocer la Verdad, ya que no le convenía.

Los fariseos cerraron los ojos, miraron hacia otro lado y Me declararon un hombre, Que había perdido la razón y hablaba en acertijos. No tenían la capacidad de escuchar la Verdad, aunque Mis Enseñanzas simplemente reiteraban las Palabras, las Lecciones y los Mandamientos contenidos en el Libro de Mi Padre. Por el estrecho sendero caminaban, sin mirar ni a izquierda ni a derecha, mientras seguían su propia versión de servir a Dios. Lo hacían con un exterior piadoso, rehuyendo a los débiles, los pobres y los incultos, mientras alababan a Dios. Me exiliaron entonces y sus homólogos de hoy lo harán, una vez más, mientras continúan con su propia doctrina hecha por el hombre en los años venideros.

Así que ya ves, por todo lo que el hombre dice saber, en realidad sabe muy poco sobre el Camino del Señor. Acepta lo que se le ha dado, pero sólo partes de la Verdad que le convienen. Por ejemplo, siempre he instruido a los hijos de Dios que se amen los unos a los otros, pero no lo hacen. ¿Cuántos de ustedes se postran ante Mí y Me prodigan alabanzas en acción de gracias y luego calumnian a sus hermanos y hermanas? Algunos de ustedes llegan a decirme lo malvados que son, en lugar de mostrar amor y perdón.

El hombre siempre será débil, porque es imposible que el ser humano sea perfecto. Pero, ¿por qué aceptar Mis Enseñanzas por un lado y luego negarlas por otro? Nunca sucumban a la tentación de condenarse unos a otros en Mi Nombre, porque no tienen autoridad para hacerlo. Nunca te exaltes ante Mí, cuando al mismo tiempo mancillas o menosprecias a otro ser humano. Esto es insultante para Mí. Para aceptar la Verdad, debes estar libre de malicia, orgullo, arrogancia o egoísmo. Debes deshacerte de tu capa de arrogancia, porque este es un rasgo del diablo y Yo lo encuentro repulsivo.

Por favor, recordad Mis Enseñanzas y vivid vuestras vidas de acuerdo con lo que os he dicho. Cuando encontréis vuestros corazones turbados, llenos de angustia u odio, debéis buscar siempre Mi ayuda. Porque si no lo hacéis, este sentimiento de desesperación y odio os devorará. Debéis aceptar el hecho de que siempre sucumbiréis al pecado, pero sabed también que debéis mostrar verdadero remordimiento, antes de sentir algún tipo de paz o calma en vuestra alma.

Tu Jesús