Mi Amor y tu fe, combinados, se convertirán en la Espada de la Salvación

Mi querida y amada hija, cuando Dios interviene en el mundo, a través de Sus profetas elegidos, la Palabra es como una Espada. Corta directamente al corazón y causa una reacción dual dentro del alma. Por un lado, proporciona gran perspicacia y comprensión, pero por otro, puede ser difícil de aceptar. Esto se debe a que la Verdad nunca es fácil cuando se recibe, ya que puede ser dolorosa.

En un mundo en el que Satanás reina como rey, la Verdad siempre mostrará el lado feo. Causará angustia en los corazones de muchos. La maldad casi siempre viene vestida con un barniz de color, pero cuando se le quitan todas sus capas atractivas, lo que queda es un núcleo muy feo.

A muchas personas les resulta difícil aceptar que ciertos actos o hechos son perversos, debido al engaño del demonio. Toda forma de maldad, creada por la mano de Satanás, está cuidadosamente camuflada, de modo que se justifica fácilmente en la mente de los inocentes, que aceptarán ese vil engaño sin remordimientos. No se darán cuenta. ¿Qué esperanza tiene entonces el hombre seducido por el anticristo, que será amado e idolatrado por sus grandes actos de caridad? La respuesta es la oración. Vuestra esperanza está en vuestras oraciones, porque cuando recéis pidiendo la liberación del mal, responderé a vuestra llamada.

Mi Amor y tu fe, combinados, se convertirán en la Espada de la Salvación, por la cual aquellas almas inocentes, que serán fácilmente engañadas por la bestia, podrán ser salvadas y entonces el Reino será Mío. Yo Vengo pronto a reclamar Mi Trono Legítimo y por eso nunca debes perder la esperanza.

Tu Jesús