miércoles, 8 junio 2011 21:00
Volume 1cómo difundir la conversiónoscuridad en un almafamiliaamor a Diosfe verdaderasatanismoNuevo ParaísoEspíritu SantoEl amor de DiosLa luz de DiosLa tristeza de DiosMi querida y amada hija, hoy me regocijo por la fe mostrada por Mis amados seguidores de todo el mundo, que están escuchando Mi llamada a través de estos Mensajes. Me regocijo por la profunda fe mostrada por Mis amados hijos, en un mundo que Me rechaza. Mis preciosos hijos, aquellos que creen en Mí, Me traen lágrimas de alegría en tiempos de tristeza. Si no fuera por aquellos con una profunda devoción hacia Mí, no sería consolado.
Mis hijos que Me aman deben escucharme ahora. Dejad que os abrace en Mis Brazos y os explique la importancia de vuestra fe. Vuestra fe es como una llama en Mi Corazón, que nunca muere. Puede parpadear de vez en cuando, pero Yo infundiré en vosotros la energía para mantener esta llama encendida. Vosotros, Mis hijos de la Luz, devoraréis las tinieblas, pero debéis permanecer unidos para luchar contra el anticristo.
Satanás no puede ganar, porque esto es imposible
Entiende siempre este hecho importante. Él, el engañador, no puede ganar y no ganará, porque esto es imposible. Por lo tanto, debes aceptar siempre que Mi Luz y la de Mi Padre Eterno nunca disminuirán, porque no es la Luz la que se extinguirá. Pero es la oscuridad la que atraerá a aquellas pobres almas que se sentirán atraídas hacia ella. Esos pobres niños descarriados están en Mi Corazón y significan tanto para Mí como vosotros. Vosotros, hijos Míos, como en cualquier familia, debéis cuidar de vuestros hermanos y hermanas descarriados. Por graves que sean sus pecados, no los juzguéis nunca. Tráiganlos de vuelta a Mí. Hablad con ellos. Rezad Mi Divina Misericordia por ellos, para que puedan ser salvados de las garras del maligno en el momento de la muerte.
Gritad desde lo alto de las colinas. Recordad a todos la Verdad. Ignorad las burlas. Pero cuando expliques a Mis hijos cuánto les amo, no les impongas tus puntos de vista, en su lugar, simplemente explícales que fueron creados por Dios Padre. Diles que Él me envió a Mí, Su único Hijo, para salvarlos, para darles la oportunidad de vivir la vida eterna. Y luego diles que les amo y que camino con cada uno de ellos cada minuto del día. Incluso cuando soy testigo de su rechazo y del mal que hacen a los demás, sigo estando a su lado. Esperando que se vuelvan a Mí y pidan Mi ayuda, porque cuando lo hagan les abrazaré con lágrimas de alegría y alivio. Ayúdame a salvar esas preciosas almas. No permitas que el engañador las aleje de Mí. Ellas son tu familia. Mi familia. Somos uno. Una sola alma perdida es demasiada.
Gracias, Mis amados hijos, en todas partes. Sabed que Yo Estoy con vosotros ahora en una Presencia mucho más fuerte, a través del Espíritu Santo, que en cualquier otro momento de la historia. Tomad Mi Mano y caminad Conmigo hacia el Nuevo Paraíso en la Tierra, que será vuestro glorioso hogar en el futuro.
Tu amado Salvador
Jesucristo Rey de Misericordia