Una vez que un alma es creada por Mi Padre, durará para la eternidad

Mi querida y amada hija, la muerte nunca debe ser temida, si aceptas Mi muerte en la Cruz. La muerte es sólo un momento de paso de este mundo a la Casa del Reino de Mi Padre. Temer a la muerte es negar Mi Misericordia, pues Yo salvaré a toda alma que Me reconozca y que Me pida perdón por sus pecados.

Una vez que un alma es creada por Mi Padre, durará por la eternidad. Tendrá Vida Eterna, si el alma Me permite reclamarla. De lo contrario, se perderá ante Satanás si el alma Me niega, cuando sabe Quién Soy Yo.

La muerte de un alma en la Tierra es tan natural como el nacimiento. Cuando un alma abandona el cuerpo y viene a Mí, se llenará con una abundancia de Gracias y será envuelta en la familia de Mi Padre - Su Reino, que está lleno de gran amor, alegría y felicidad, que nunca se puede alcanzar en la Tierra. Muchos de vosotros, que habéis experimentado el amor, la alegría y la felicidad en vuestras vidas, sólo habéis saboreado un pequeño bocado de lo que sabe la Vida Eterna. Debéis esforzaros siempre, con alegría en vuestros corazones, para que llegue el momento en que entréis en el Reino de Mi Padre, porque es algo que hay que acoger, no temer.

Si tienes que enfrentarte a la muerte o si un ser querido tiene que enfrentarse a la muerte, recurre siempre a Mí, tu Jesús, en busca de ayuda. Cuando lo hagas Yo te levantaré en espíritu, enjugaré tus lágrimas, desterraré todo temor de tus corazones cuando recites esta oración.

Oración de cruzada (142) Preparación para la muerte

Mi queridísimo Jesús, perdona mis pecados. Limpia mi alma y prepárame para entrar en Tu Reino.

Concédeme las Gracias para preparar mi unificación Contigo. Ayúdame a superar cualquier temor.

Concédeme el valor de preparar mi mente y mi alma, para que sea apto para presentarme ante Ti.

Te amo. Confío en Ti. Me entrego a Ti en cuerpo, mente y alma por la eternidad. Que Tu Voluntad sea la mía y libérame del dolor, las dudas o la confusión. Amén.

Doy la bienvenida a todas las almas que recitan esta oración, sin excepción. Mi Misericordia se extiende, especialmente, a las almas que se enfrentan a la muerte, pero que no creen en Mí, cuando rezan esta oración tres veces al día, en sus últimos días.

Tu Jesús