Soy Misericordioso. No busco venganza

Mi querida y amada hija, recuerda que Dios siempre juzga a favor de los oprimidos. Él nunca exaltará a aquellos que se exaltan a sí mismos. Por cada hombre que es exaltado, el más bajo de los bajos en tu mundo será exaltado en Mi Reino. Los opresores de vuestro mundo se convertirán en los oprimidos, en el Día Final del Juicio.

Soy Misericordioso. No busco venganza. No te reprendo replicando los males que hiciste a otros, el odio que infligiste a otros o la forma dura en que juzgaste a otros. Tan grande es Mi Amor, que te perdonaré cualquier pecado, excepto el pecado eterno, que maldice la Palabra de Dios. Siempre te perdonaré, no importa cómo Me crucifiques a Mí o a Mis siervos, enviados para redimirte. Desde Mi Crucifixión, la humanidad no ha sido testigo de Mi Intervención, como ahora, mientras os traigo el Libro de la Verdad.

El tiempo está cerca ahora, cuando reúno a todas las naciones para la reunión final. Llevaré a los que son de Mí, a través de sus actos, sus palabras y sus obras, a un nuevo comienzo, que se convertirá en el nuevo mundo, el Nuevo Paraíso. Mi Reino será vuestro. Reuniré a Mi pueblo, de todos los rincones de la Tierra. Algunos serán Míos, mientras que los otros serán castigados por su maldad. Aquellos que sean llamados, así como aquellos de vosotros que fuisteis elegidos desde el principio de los tiempos, seréis como leones. Se os dará valor desde el Cielo y lo necesitaréis si queréis superar el odio, que se mostrará contra vosotros.

Por favor, nunca temas a Mis enemigos. Ignora su veneno. Sus voces pueden rugir y sus gritos pueden ser ensordecedores, pero no tienen poder sobre ti. Si eres verdaderamente Mío, entonces los fuegos del Infierno nunca prevalecerán contra ti.

Tu Jesús