Mi querida y amada hija, hay momentos de lucha en los que la gente puede sentirse impotente. Hay tiempos de tragedia cuando se sienten atemorizados. Y hay momentos en que el hombre se desespera y toda esperanza se evapora de su vida. Y hay momentos de desdicha en los que el hombre se aísla de los que ama, cuando siente que la vida es demasiado difícil para soportarla. Yo digo a los que soportan tal dolor que me llamen y me pidan a Mí, su Jesús, que les quite todo su sufrimiento. Ofréceme todas tus pruebas, cuando lleguen a ser demasiado para que las soportes. Es en ese momento, cuando entregues tu terrible angustia, que Yo levantaré la nube que oscurece tu alma y que confunde tu mente.
Nunca te rindas ante el sufrimiento. Nunca sientas que todo es inútil, porque una vez que Me tienes, lo tienes todo. Yo Soy tu muleta en esta vida y sólo Yo puedo ayudarte. El hombre siempre debe esforzarse por sobrevivir, luchar contra la injusticia, defender la virtud y nunca tener miedo de proclamar la Verdad. Pero cuando aquello de lo que eres testigo te trae gran dolor y sufrimiento, a causa de las injusticias, sólo Yo puedo sostenerte durante tales tribulaciones.
Nada de lo que el mundo te ofrece puede darte verdadero consuelo en tus momentos de necesidad. Sólo Yo, Jesucristo, puedo darte la paz de espíritu y la fuerza y el valor para soportar el odio, la injusticia, la persecución y el aislamiento. Yo debo ser tu primera opción en tu tiempo de necesidad, cuando debes clamar a Mí. Sólo Yo te traeré la calma, la paz y la liberación de la ansiedad, porque Yo Soy el Amor y cuando el amor reside en tu alma puedes hacer cualquier cosa.
