El mundo se inclinará, se arrodillará e idolatrará a la bestia.

Mi querida y amada hija, doy a Mi Ejército Remanente y a todos aquellos que nunca se desvían de Mi Santa Palabra, autoridad sobre las naciones, cuando la apostasía ciega a todos en nombre de la unificación.

Se te darán grandes Favores, grandes Gracias y el poder de guiar a los fieles, a los débiles y a los que se pierden en un desierto estéril. Te convertirás en el Verdadero Espíritu, el único Remanente que queda del Espíritu del Señor en una Iglesia, que estará desprovista de Mi Santa Presencia. Mi Presencia residirá sólo en aquellos a quienes se les dará la autoridad para dictar la Palabra de Dios y conducir a las almas sedientas a la Fuente de la Vida.

Cuando los falsos mensajeros, que dicen estar recibiendo palabras y dirección del Cielo, se levanten pronto, serán como príncipes en el trono, que pronto será desvelado en el nuevo templo de la abominación. Este nuevo centro gobernante estará adornado con sus propios siervos devotos, adivinos y aquellos que están llenos del espíritu de las tinieblas - todos los cuales adularán al anticristo.

El mundo se inclinará, se arrodillará e idolatrará a la bestia. Ni una pizca de amor puro quedará en sus corazones - pero sepan esto. Cuando le cortes el brazo derecho a Dios, con la mano izquierda le darás la mano a la bestia, que tirará de ti y te engullirá en sus malvadas garras. Cuando abras tu alma al maligno, el entrara en ella y nunca te dara un momento de paz. Debido a tu libre albedrío, intentarás luchar contra él, pero no serás lo suficientemente fuerte.

On forjará Mi Remanente, intrépido y marcado con la Luz de Mi Rostro, mientras reúnen a millones de los cuatro rincones de la Tierra, para llevarles la Verdad. Ellos predicarán los Evangelios, proclamarán Mi Palabra y nunca se desviarán de la Verdad. Serán despreciados, burlados, perseguidos, traicionados -incluso por aquellos más cercanos a ellos- y, sin embargo, nunca apartarán sus ojos de Mí.

El mundo no dará la bienvenida a la Verdad, cuando haya sido adoctrinado con la falsa piedad y la gratificación que sentirá, porque, en esa etapa, el pecado será negado en todas sus formas.

En cualquier guerra sólo puede haber un vencedor. Cuando el hombre lucha contra Dios, siempre fracasará. Cuando se pone del lado del engañador, será expulsado y nunca verá la Luz de Mi Rostro.

Oren, Mi amado Remanente, por aquellos que serán engañados por el anticristo. Deseo que estas almas sean traídas bajo Mi Protección. Ellas no Me buscarán, pero a través de sus oraciones, Mi Padre intercederá, para que puedan venir bajo Mi Gran Misericordia.

Tu Jesús