Hijos Míos, escúchenme, mientras Yo los Llamo y les declaro Mi profundo y permanente Amor por todos ustedes. En medio de las pruebas, la tristeza, la crueldad, la maldad y ciertamente, la alegría y la paz, Yo Estoy al Mando de todo.
El momento es propicio para que la Purificación se intensifique, pero nada, sólo lo bueno, saldrá de estos tiempos. Piensa en estos tiempos como si un niño enfermo estuviera postrado en la cama y le sobreviniera una enfermedad que le dejara débil, sin fuerzas, sin energía, sin nutrientes y con una fiebre muy alta. No se recuperará hasta que la fiebre se haya disipado y, sin embargo, es la fiebre la que le libra de la enfermedad.
La Purificación del hombre ha sido predicha y Yo la permito, para que pueda librar a la humanidad de la enfermedad, que azota los corazones y las almas de aquellos que no Me conocen verdaderamente. Las divisiones en el mundo aumentarán, antes de que se agoten definitivamente. Las guerras, después de haber estallado y destruido, desaparecerán y reinará la paz. La apostasía envolverá a muchas almas, pero después la mayoría de Mis hijos verán la Verdad y vendrán corriendo a Mí, a través del amor que experimentarán por Mi amado Hijo, Jesucristo.
Mi Creación llegará a ser perfecta, cuando Satanás y todos los demonios que infestan la Tierra hayan sido desterrados. La Luz se hará más brillante, la Perfección del Paraíso perdido será renovada a su antigua Gloria y la humanidad llegará a ser Una en Mí.
Mi Promesa de traeros de vuelta al Paraíso, que creé para cada uno de vosotros, incluso antes de que tomarais vuestro primer aliento, está a punto de ser atestiguada. A cada uno de vosotros se os ha dado este derecho de nacimiento. Preparaos. Seréis atraídos a Mi Paraíso por el amor que pondré en vuestros corazones y por las Gracias que se os concederán en vuestras almas. Ni un alma entre vosotros podrá decir que no os di todas las oportunidades, todas las señales, todos los indultos. Rezad para que tengáis la gracia de aceptar la vida gloriosa, que os tengo preparada, de un mundo sin fin.
