Muchos de vosotros que ahora decís que me amáis, me traicionaréis como hizo Judas

Mi querida y amada hija, del dolor vendrá la alegría, de la desesperación vendrá la esperanza y de la persecución vendrá la libertad, si todo me es entregado en plena confianza y para la Gloria de Dios.

Toda criatura en el Cielo, en la Tierra y bajo la Tierra se arrodillará ante el Señor - todas, sin excepción. Pero el hombre, débil y caído, no da Gloria a Dios - ni siquiera el más devoto y santo - cuando no se rinde completamente ante Mi Padre, a través de Mí, Su único Hijo, Jesucristo. Mientras exista el espíritu del mal en el mundo, el hombre no es digno de estar ante Mí. No puedes arrodillarte ante Mí, cuando estás lleno de tu propia prepotencia. No puedo escucharos, cuando Me excluís, como los tiranos en que os convertís, cuando Satanás llena vuestras mentes con pecados de los sentidos. Sólo aquellos que vienen ante Mí limpios, habiéndose reconciliado Conmigo, pueden estar verdaderamente unidos a Mí.

Cuando caminan como reyes y dictan a otros, cuando están sentados en tronos terrenales, nunca podrán ser siervos Míos. Cuando Me sirváis de verdad, no importa cuál sea vuestro papel, siempre diréis la Verdad. Siempre sabréis que cuando proclaméis Mi Palabra Verdadera, siempre os traerá muchas críticas. Pronto, la Palabra Verdadera ya no será hablada, por aquellos que se infiltran en Mi Iglesia en los escalones más altos, pretendiendo amarme pero que, en realidad, me detestan. Entonces, para que vosotros, los fieles, permanezcáis en Mí y Conmigo, necesitaréis mucho valor.

¿Cuántos de vosotros tenéis este valor? ¿Cuántos de ustedes serán capaces de soportar la persecución, que vendrá cuando proclamen la Verdad? Así que, con el corazón apesadumbrado, debo informaros de que muchos de vosotros, que ahora decís que Me amáis, Me traicionaréis - tal como hizo Judas. Porque, cuando Mi Santa Palabra sea cambiada, para que se convierta en un recipiente vacío y estéril, muchos de ustedes aceptarán esta falsa doctrina. Muchos de ustedes rechazarán esta Misión y darán la espalda a Mi Copa de Salvación.

Debes recitar esta Oración de Cruzada para ayudarte a permanecer fiel a Mi Palabra.

Oración de cruzada (136) Cumplir tu palabra

Querido Jesús, ayúdame a escuchar Tu Palabra. Vive Tu Palabra. Habla Tu Palabra. Imparte Tu Palabra. Dame la fuerza para defender la Verdad, incluso cuando me persigan por hacerlo. Ayúdame a mantener viva Tu Palabra, cuando sea ahogada por Tus enemigos. Permíteme sentir Tu Valor cuando esté abatido. Lléname de Tu Fuerza cuando me sienta débil. Dame la Gracia de permanecer digno, cuando las puertas del Infierno prevalezcan contra mí, por permanecer leal a Tu Santísima Voluntad. Amén.

Cada demonio del Infierno maldice esta Misión, Mi última en la Tierra. Se necesitará una gran resistencia, un tremendo coraje y un profundo amor por Mí, tu Jesús, para permanecer leal a Mí. Los más débiles caerán primero. Los tibios seguirán después y entonces sólo aquellos que permanezcan puros de corazón y sin miedo permanecerán en pie.

Tu Jesús