Mi muy querida y amada hija, cuando esta batalla por las almas se intensifique, muchas personas comenzarán a dudar de Mi Existencia, en primera instancia, antes de rechazarme completamente.
Un nuevo, falso sustituto será creado de Mí, en las mentes del mundo. Mi Nombre será usado atrevidamente, pero las palabras que me atribuirán no serán de Mí. Ellos declararán que Dios no permite que los pecados del hombre nublen Su Juicio. Más bien, Dios ignorará el pecado, porque es de poca importancia, porque el hombre es débil y siempre pecará, no importa qué. Jesús, les dirán, perdona a todos, porque Su Misericordia sobrepasa Su Juicio. Esto será una mentira, pero mucha gente lo creerá y no sentirá ninguna obligación, en absoluto, de evitar el pecado o buscar el perdón, porque para entonces creerán que el pecado no existe realmente. Estas mismas almas son las que más necesitan de la oración. Que nadie confunda nunca Mi Misericordia con Mi Juicio, porque son dos cosas diferentes.
Mi Misericordia sólo se mostrará a todos los que muestren remordimiento por sus pecados. No se mostrará a aquellos que se levanten orgullosos ante Mí, donde no se ha hecho ningún intento por su parte de buscar Mi Perdón. Cuando Yo venga a juzgar, el mundo temblará. Y cuando Mi Misericordia se agote, Mi Justicia caerá como un hacha. Castigaré a los malvados, que no tienen remedio.
El hombre nunca debe, ni por un minuto, ignorar Mi Promesa. Yo vendré a reunir a todos los hijos de Dios, pero tristemente muchos de ellos nunca entrarán en Mi Paraíso, porque Me habrán negado a Mí, Mi Existencia y la existencia del pecado.
