El plan para eliminar todo rastro de Mí ha comenzado

Mi muy amada hija, nunca permitas que las opiniones de aquellos con amargura en sus corazones, en contra de esta Obra, te hagan vacilar en Mi Misión por las almas.

¿Qué importa si tú y Mis amadas almas fieles, que se niegan a desviarse de la Palabra de Dios, sois rechazadas? ¿Qué importa si os desprecian o no? Sus opiniones humanas, que niegan la Palabra, no tienen ninguna importancia en vuestra búsqueda de la Salvación Eterna. Cuando Me glorifiques y cuando honres Mi Santa Palabra, serás tentado por todos lados a darme la espalda.

Así que muchos rechazarán esta Misión hasta que la terrible verdad amanezca sobre ellos cuando sean testigos de las blasfemias, que brotarán de la boca del falso profeta. Cuando alguien que contradice la Existencia de la Santísima Trinidad, se atreva a vestir las vestiduras de un sumo sacerdote bajo el techo de Mi Iglesia y luego intente convenceros de que lo que hasta ahora sabíais que era verdad, ya no lo es, sabréis entonces que el espíritu del mal ha envuelto a Mi Iglesia desde dentro.

Cuando estén rodeados de nuevas ideologías, nuevas doctrinas y cuando se les diga que la raza humana de hoy exige estos cambios, ese será el momento en que los Deseos de Dios ya no sean respondidos. En cambio, cuando las doctrinas hechas por el hombre, llenas de error y fallas, declaren que el pecado ya no existe, el tiempo estará cerca para que Yo destruya a Mis enemigos, como fue predicho.

Muchos más de ustedes despertarán a la Verdad y a la terrible deshonra, que se me concederá a Mí, Jesucristo, en mi Iglesia en la Tierra. Aquellos siervos fieles reconocerán la maldad y entonces muchos de ellos huirán. Pero, cuando llegue el momento y cuando esta elección se ponga delante de todos vosotros, muchos, tristemente, me abandonarán y tomarán parte en prácticas paganas.

El plan para eliminar todo rastro de Mí ha comenzado. La Verdad de Mi Palabra será desterrada en vuestras constituciones, vuestras escuelas, hasta que finalmente será denunciada dentro de Mi Propia Iglesia. Aquellos de ustedes que creen que esto nunca podría suceder - que Dios nunca permitiría estas cosas - están equivocados. Estas atrocidades han sido permitidas, en la purificación final del hombre, antes de Mi Segunda Venida. Si no permanecéis alerta, independientemente de cuánto Me améis, seréis llevados a participar en una serie de ceremonias, que no rendirán homenaje a Dios. Si no Me honran, entonces debéis preguntaros, ¿por qué es esto? ¿Por qué se han hecho estos cambios y por qué, tan repentinamente? La respuesta es el tiempo, porque queda poco.

La carrera por ganar almas de ambos bandos desembocará en una feroz batalla. Un bando os convencerá de rechazar la Palabra de Dios en favor de prácticas viles, que idolatrarán a Satanás. Engañarán incluso a aquellos que están bien versados en Mi Palabra, tan astutamente presentado será su caso para apartarme de Mi Iglesia. El otro lado sufrirá a causa de su lealtad, no sólo a estos Mensajes, sino a la Verdadera Palabra de Dios, dada al mundo en el Libro de Mi Padre.

Tu Jesús