viernes, 24 enero 2014 20:05
Volume 4fin de los tiemposGarabandalsignos en lugares de aparicionesla Corona de EspinasalégrateLa Saletteel Libro de la Verdadotras profecíasFátimaMadre de la Salvaciónsobre esta MisiónApocalipsis - Mujer vestida de solLas últimas apariciones de MaríaGuadalupeLourdesMi querida hija, que conste que haré una aparición más en todas las grutas marianas, que fueron aprobadas por la Iglesia de mi Hijo, a lo largo de los siglos.
Me daré a conocer en lugares sagrados, entre ellos Lourdes, Fátima, La Salette y Guadalupe. También me apareceré en Garabandal. Estas apariciones comenzarán esta primavera, tal como mi Hijo lo ha ordenado.
Seré visto, por las almas elegidas, con el sol detrás de mi cabeza. Habrá doce estrellas rodeadas y tejidas alrededor de la corona de espinas, que fue llevada por mi Hijo durante Su Crucifixión, colocada sobre mi cabeza, como una señal para que todos sigan mi ejemplo. Mi papel es guiar a todos los hijos de Dios por el Camino de la Verdad y llevarlos hasta mi Hijo.
Cuando estas apariciones tengan lugar, no habrá duda, especialmente entre aquellos que me rinden homenaje, de que digo la Verdad cuando digo que pronto el Camino final, que os llevará a mi Hijo, en estos tiempos finales, será a través del Libro de la Verdad.
Cuando me sigas a mí, tu Madre, te llevaré y te guiaré hacia mi Hijo. Mi Hijo ha prometido muchos milagros, para que Él pueda abrir vuestros ojos a las profecías que dio al mundo, a través de mi propia Misión. Muchos no aceptan que me aparezca en estos lugares especiales de apariciones y desestiman su importancia en la salvación de las almas.
Cuando aparezca por última vez en estos lugares y me presente como la Madre de la Salvación, sabréis entonces que esta Misión es mi última y que todas las apariciones conducen a esta última para traer al mundo la Salvación, que es el derecho de nacimiento de cada persona.
Alegraos, porque estos días están cerca y cuando oigáis hablar de estas cosas, entonces sabed que esta profecía, cuando se cumpla, sólo podía venir de mí, vuestra amada Madre, la Madre de la Salvación, Madre de Dios.
Tu querida Madre
Madre de la Salvación