Cada palabra que pronuncies en esta Misión viene de Mí. Cada acción que emprendes viene de Mí

Mi muy amada hija, estate tranquila cada vez que te enfrentes a los muchos obstáculos, que tú y todos Mis seguidores enfrentan diariamente en este Trabajo para salvar almas.

Recordad siempre que Satanás nunca dejará de atormentar ésta y otras misiones, que son auténticas, porque vienen de Dios. Las misiones auténticas, que bendigo hoy y las que bendije a lo largo de los siglos siempre sufrieron, a causa de la oposición.

Sólo las misiones, que verdaderamente vienen de Dios, atraen tal odio. Sólo los verdaderos profetas atraen el odio. Moisés, Elías, Noé y Juan el Bautista y otros como ellos atrajeron el odio, debido a la influencia de Satanás sobre las almas débiles. Sólo Yo, Jesucristo, uno de cientos de profetas durante Mi Tiempo en la Tierra, atraje el tipo de odio, que fue infligido sobre Mí. Y ahora, sólo tú, Mi último profeta, atraerás odio de un tipo no visto por mucho tiempo - aunque otros, como tú, han sufrido en tiempos recientes.

Cuando tengáis que soportar oposición, en el Nombre de Dios, sabed que, cuando la Santísima Trinidad presente la Palabra a la humanidad a través de un profeta, será de la peor clase. Sólo por la Asistencia Divina que se te ha dado, huirías despavorida. Mi Padre te protege, hijita Mía, y por eso debes seguir adelante siempre sabiendo que Él desea almas, por cada palabra que salga de tus labios, por cada palabra que sea dibujada por tu mano y por cada alma a la que llegues. Todo este sufrimiento Me traerá más almas.

Ten por seguro que el tiempo para que Yo regrese a reclamar Mi Trono está cerca y mientras el Día se acerca muchas tácticas serán usadas para hacerte tropezar en esta Misión. Cada mentira será lanzada contra ti, cada piedra lanzada, cada tormento tu suerte y cada enemigo de Dios colocado en cada camino que gires. Pero, como Redentor de la humanidad, me aseguraré de que cada zarza sea cuidadosamente quitada, cada piedra tirada a un lado, cada camino despejado, para que tengas éxito en llevar Mi Palabra ante el mundo, en un tiempo en el que Yo estaré casi olvidado.

Yo camino contigo, hija Mía. Apoyo Mi Mano sobre tu hombro izquierdo, para protegerte del mal y te guío en todos los caminos. Cada palabra que pronuncias en esta Misión viene de Mí. Cada acción que emprendas viene de Mí. Cada sufrimiento que soportas es Mío. Tu voluntad es Mía, porque Me la entregaste y ahora resido completamente dentro de ti. Cuando te hieren, Me insultan. Cuando se burlan de ti, niegan la Verdad. Cuando niegan la Palabra, Me niegan a Mí, pero cuando aceptan Mi Palabra, dada a ti, se convierten en parte de Mí y así ellos también recibirán Mi Protección.

Ve ahora, hija Mía, y nunca te inquietes cuando te muestren odio en esta Misión, porque tú y todos los que escuchen Mi Llamada no tendrán ninguna duda de Quién es al que se oponen. No es a ti, sino a Mí, Jesucristo, a quien apartan. Cuando estás para Mí, Conmigo, en Mí y hablas Mi Palabra - eres verdaderamente un hijo de Dios.

Tu Jesús