Diles que les quiero pero que quiero que hablen Conmigo

Mi querida hija, este ha sido un viaje extraordinario para ti en tan poco tiempo. Me doy cuenta de que ahora estás cansada. La velocidad con la que estos Mensajes han sido recibidos por ti y publicados en tantos idiomas, tan rápidamente, te muestra la urgencia que representan. Esto también les muestra la guía Divina trabajando en su formato más perfecto.

Estos Mensajes, aunque llenos de Mis Enseñanzas, están siendo dados realmente para explicar la importancia de cuidar sus almas, en esta vida, mientras puedan. Muchas personas, cuando lean estos Mensajes, especialmente aquellos con poca creencia en Dios Padre Eterno, se sentirán perturbados por ellos. Muchos se convertirán. Algunos temerán por su futuro en esta Tierra y el de sus familias y amigos.

Por favor, diles que les quiero
Si primero abren sus mentes al hecho de que Dios realmente Existe, entonces estarán listos para la segunda etapa. Es entonces cuando empezarán a preguntarse por qué tiene lugar tal comunicación - por qué Jesucristo, el único Hijo de Dios Padre Eterno, daría pasos tan extraordinarios - llegarán a la conclusión obvia. Es porque os amo a todos y cada uno de vosotros por lo que quiero salvaros. Quiero amarlos a todos y debo llegar a los extremos más extraordinarios para acercarlos a Mi Corazón.

Quiero tocaros en vuestros corazones, para que una luz se encienda en vuestra alma. No hay nada que temer en este mundo si confiáis plenamente en Mí. Tengo planes maravillosos para todos los que os acerquéis a Mi Sagrado Corazón. Los dones más extraordinarios os esperan. No tengáis miedo de la inquietud mundana, porque Yo protegeré a todos los que creen en Mí y proveeré a vuestras necesidades de la carne. Confiad en Mí, el Señor de la Humanidad, enviado una vez más, para salvaros de las tinieblas eternas.

Volveos a Mí como niños inocentes
No es necesario que aprendáis oraciones si sois ignorantes. Sí, son útiles, pero lo único que os pido es que habléis Conmigo. De la manera en que normalmente conversarías con un amigo, relájate, confía en Mí. Pídeme ayuda. Mi Misericordia está llena y desbordante esperando para colmarte. Si supieras la Compasión que tengo por todos en la Tierra. Incluso a los pecadores. Mis hijos son Mis hijos incluso cuando el pecado mancha sus almas. Yo detesto el pecado pero amo al pecador.

Muchos de ustedes tienen miedo de pedir perdón regularmente. No debéis preocuparos nunca. Si lo sientes de verdad, serás perdonado.

El pecado, hijos Míos, será un problema constante. Incluso Mis seguidores más devotos pecan, y pecan una y otra vez. Es un hecho. Una vez que Satanás fue desatado, el pecado se generalizó. Muchos están demasiado avergonzados para acudir a Mí. Bajan la cabeza y hacen la vista gorda cuando se han portado mal. Demasiado orgullosos y avergonzados, siguen adelante como si fuera a olvidarse. Lo que no comprenden es que la oscuridad atrae a la oscuridad. Así, cuando se peca una vez, es mucho más fácil volver a pecar. Al bloquear su conciencia, el ciclo gira y gira. Entonces el pecador pondrá todas las excusas posibles para ignorar la fechoría. Seguirá cayendo en espiral. Esto se debe a que no saben cómo pedir perdón. Como no han comprendido la importancia de la humildad, les resulta imposible acudir a Mí. No es complicado pedirme perdón. Nunca tengáis miedo de Mí. Espero a cada uno de vosotros que tenga el valor de condenar sus propios pecados. Cuando adquieres este hábito, se te conceden algunos Dones extraordinarios. Después de confesar tus pecados, estarás en estado de gracia. Entonces, cuando recibas el Sacramento de la Eucaristía, sentirás una energía que te sorprenderá. Entonces, y sólo entonces, encontrarás la verdadera paz.

Nada te perturbará. Serás fuerte, no sólo en el alma, - tu mente estará más tranquila y controlada. Afrontarás la vida con una perspectiva diferente y más positiva. ¿Quién no querría una vida así?

Volved, hijos, a Mí, en estos tiempos de dolor en el mundo. Dejad que Yo os muestre la alegría que es vuestra cuando os volvéis a Mí.

Recuerda, Yo di Mi Vida por ti una vez. Mi Amor no conoce límites. Responderé a tu llamada. Todo lo que tienes que hacer es pedir.

Tu precioso y amoroso Salvador
Jesucristo