domingo, 29 diciembre 2013 19:48
invocación de fantasmaslos asuntos temporales son más importantes que la eternidadmagiaoración por los tibios en la fea los tibios en su feevolucióntraición a Jesúsfidelidad a la VerdadsatanismoInfiernovivir sin preocupacionesentrega tu alma al diabloel Libro de la Verdadel mundo del placerocultismoPurgatoriopaganismoBibliaconversiónidolatríaotras profecíassacramentosfariseosorgullofalsa doctrinaLa Ley de Dios no viene del hombreEl plan de DiosMandamientos de DiosMi querida y amada hija Mía, cuando te revelé los secretos del Libro de la Verdad, desde el principio, te dije que el Libro había sido predicho a los profetas -un total de tres- que representaban a la Santísima Trinidad. No os hablo de estas cosas para asustaros. Os las cuento para que confiéis plenamente en Mí.
Hija mía, el Plan de Mi Padre para difundir la conversión comenzó en el momento en que empezó esta Misión. Esta conversión, en una época de gran apostasía, apatía y vergonzosa indiferencia hacia la Palabra de Dios, es muy necesaria. A los hijos de Dios se les dio la Verdad en el Libro Más Sagrado, pero mucho de lo que contiene tiene poco impacto en la gente del mundo de hoy. ¿Cómo podría tenerlo? Muchos se distraen con el entretenimiento, se divierten fácilmente y se apresuran a captar cualquier cosa que les excite. Incluso se ha negado la Verdad de la Creación del hombre. En su lugar, han reemplazado la Verdad con creencias ridículas en muchos dioses falsos de su propia creación. Sus prácticas mágicas y sus malvadas incursiones en el ocultismo han atraído la atención de muchos y disparado la imaginación de aquellos que buscan sensacionalismo en sus vidas.
Luego están aquellos que abusan de su conocimiento del mundo espiritual y que han hecho que muchas almas se alejen de Mí. Con el fin de dotarse de dones espirituales, estas pobres almas invitan en cambio al espíritu del mal, cuando invocan a los espíritus de los que han entrado en el Infierno. Estos espíritus sólo los arrastrarán a una red de la que nunca se desenredarán. Aquellos que incursionan en prácticas de la nueva era, brujería, cartas del tarot y clarividencia, serán la causa de terribles aflicciones sobre otros, aunque en muchos casos, no tienen conocimiento del daño que hacen. Todas esas personas, que anteponen dioses falsos al Único Dios Verdadero, son culpables de paganismo - un crimen atroz - porque conocían la Verdad antes de apartarse de ella.
Luego están los que maldicen a los demás cuando incursionan en el satanismo. Tan depravados son, que constantemente se burlan de Mí y llevan a cabo tales actos perversos porque ya han hecho un pacto con el diablo. Nada de lo que yo haga los cambiará. Oh, cómo lloro lágrimas amargas por estas pobres almas descarriadas.
Luego están los que Me conocen, pero que pasan poco tiempo en Mi Compañía. Ellos Me traen gran tristeza, porque dan sus almas por sentado. Creen que tienen un derecho natural a la Vida Eterna, pero no creen que tengan que ganársela. Muchos de ellos son tan complacientes que no se molestan con los Sacramentos y raramente prestan atención a los Diez Mandamientos, porque no creen que se apliquen a ellos hoy. La mayoría no cree en el Infierno ni en el Purgatorio. Caminan por un sendero muy peligroso. Pronto, serán engañados aún más, cuando sean alimentados con una nueva doctrina diluida, que será introducida por Mis enemigos. Ellos necesitan mucha oración ahora.
Finalmente, están aquellos que están más cerca de Mí y que son doctos en todas las cosas Sagradas. Estas son las almas que Me traen gran consuelo y en las que Me apoyo. Sin embargo, entre ellos hay quienes no viven la Verdad. Predican la Verdad, pero no practican los fundamentos de Mis Enseñanzas. No aman a los demás como deberían. Desprecian a los que consideran menos informados que ellos de todos los asuntos sagrados. Algunos se consideran por encima de los demás y más favorecidos por Dios. Estos hipócritas son los que más Me enfurecen, porque no ven cómo pecan ante Mis Ojos.
Como ven, la Verdad nunca debe darse por sentada. A todos ustedes se les dio la Verdad, pero muchos de ustedes la han olvidado. Os aburre. Es demasiado molesta -demasiado tiempo- porque muchos de vosotros veis la Verdad como algo que ya no es relevante en vuestras ocupadas vidas de hoy. Muchos de vosotros Me negaréis y luego, finalmente, Me rechazaréis completamente, cuando seáis alimentados con mentiras por aquellos que quieren alejaros de la salvación. Por eso debéis aprender la Verdad de nuevo.
Sólo puede haber una Verdad y es la Verdad establecida por Dios desde el principio.
Tu Jesús